
La muestra propone un juego estético de contrastes entre los espaciosmonumentales clásicos y las creaciones modernas de 17 artistas.
El recorrido a pie de esta inusual exposición comienza en el corazón del Foro romano. En la Via Sacra se sitúa el Templo de Romolo, uno de los edificios mejor conservados. Aquí encontramos una de las encrucijadas entre lo clásico y lo moderno.
El segundo alto en el camino es el impresionante monumento que el emperador Adriano ordenó construir en el año 121 d.C, el Templo de Venus y Roma. El edificio, de aspecto griego, contrasta significativamente con las piezas de arte contemporáneo que lo rodean.
El espíritu conciliador entre pasado y presente irrumpe también en el Estadio de la colina del Palatino. Era un jardín por el que los emperadores paseaban y recibían a las visitas. Durante casi tres décadas estuvo cerrado al público, pero gracias a esta muestra, hoy podemos ser nosotros mismos los que paseen por este pequeño circo romano.
La muestra “Post-clásicos” reinventa el diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo. Por primera vez el arte de nuestro tiempo se adentra en los vestigios de lo que fue el Imperio romano.
Hasta finales de septiembre los visitantes de la Ciudad Eterna podrán disfrutar de esta original exposición, promovida por los responsables del Patrimonio Arqueológico de Roma, en los espacios monumentales del Foro Romano y la colina del Palatino.
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