jueves, 11 de julio de 2013

El arte de aprovechar el tiempo de Fabio Martínez Castilla II Arzobispo de Tuxtla



Hemos reflexionado en días anteriores de la riqueza que representan las vacaciones. Afirmábamos, sobre la importancia de saber descansar, en efecto, han llegado las vacaciones para la mayoría de los estudiantes.

Sin embargo, es importante que no olvidemos que la educación, la vida espiritual y los valores no toman vacaciones. 

El Papa Francisco refiriéndose a unos estudiantes les ha invitado a no detenerse: “Caminar es un arte porque si siempre vamos deprisa nos cansamos y no llegamos al final del camino. Y en cambio, si nos paramos, no andamos y tampoco llegamos a la meta. Caminar es el arte de mirar al horizonte, pensar adonde queremos ir pero aguantar también el cansancio del camino, que a veces es difícil... Hay días oscuros, días de fracaso, también alguna que otra caída... Uno se cae....Pero piensen siempre esto: “No tengan miedo de los fracasos, ni de las caídas. En el arte de andar lo que importa no es caer, sino quedarse en el suelo. Hay que levantarse, enseguida, y seguir andando. Esto es hermoso: este trabajar todos los días; esto es caminar de forma humana. Pero caminar solos es desagradable y aburrido. Caminar en comunidad, con los amigos, con los que nos quieren... Eso nos ayuda a llegar al final, adonde queremos llegar”.

Esta invitación nos la hace también a nosotros para que nos descuidemos los grandes valores de la reunión familiar, de la amistad, de la creatividad. Es tiempo en el que se pueden tomar algunos cursos de regularización o cursos de verano, manuales, artísticos o de catequesis.

Especialmente los jóvenes no confundan las vacaciones con despilfarro del tiempo y dinero; cuiden de no exponerse a situaciones de vicios. Aprendan a fortalecer verdadera amistades.

Por otro lado, estamos en el tiempo de lluvia y vale la pena tomar las precauciones. Estemos atentos a las indicaciones de protección civil. Sobre todo las zonas de alto riesgo, como son las que se encuentran a orillas de ríos o arroyos, extremen sus precauciones. No esperemos contingencias, es mejor estar prevenidos. Además podemos ayudar cuidando no tirar basura que tape las alcantarillas.

También, y no menos importante, es la presentación de la Encíclica del Papa Francisco. Recordemos que la primera encíclica de un Papa viene a ser como su programa de trabajo pastoral. Lumen fidei - La luz de la fe (LF).Esta dividida en cuatro capítulos, una introducción y una conclusión. Esta Carta se suma a las encíclicas de Benedicto XVI sobre la caridad y la esperanza y asume el "valioso trabajo" realizado por el Papa emérito, que ya había "prácticamente completado" la encíclica sobre la fe. A este "primera redacción" el Santo Padre Francisco agrega ahora "algunas aportaciones". Sobre todo porque nos anima a fortalecer la fe y a ser testigos de la misma para lograr la comunión. La introducción fundamenta la razón del documento, el primer capítulo “ hemos creído en el amor”  (1 Jn 4, 16); el segundo, “Si no creen no comprenderán” (Is 7, 9); el tercero “Transmito lo que he recibido” (1 Cor 15, 3); cuarto “Dios prepara una ciudad para ellos” (Heb 11, 16), la conclusión, haciendo alusión a la Santísima Virgen como modelo y testigo de fe “Bienaventurada la que ha creído”. Leámosla con profunda adhesión. 

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